El frío olvidó su visita, la ausencia deja desnudas las cimas.
El clamor del aire caliente muestra su queja sin nieve y lo que antes estaba desapareció.
Los volcanes no arden y encierran en botellas heladas ajuares y cuerpos.
Los ríos secos son grietas, canales abiertos en los que la sangre de la tierra llora la presencia humana.
martes, septiembre 18
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